7.4.09

REALLY THE BLUES! - La plantación



Really the blues! - La plantación
Tinta, digital
Ismo, 2009


Antes de que el blues tomase conciencia de sí mismo, a los bluesmen se les llamaba songsters. Eran músicos ambulantes que se desplazaban a las cercanías de los centros de trabajo para distraer a los obreros, bien solos o bien como parte del espectáculo de algún charlatán o vendedor de remedios. Su música era una mezcla de todas las músicas que oían: la que sus padres trajeron de África y las de los colonos alemanes, británicos, franceses, españoles, mejicanos o indios que se daban cita en el Sur. En cada zona por la que pasaba, el blues recibía nuevas influencias, y los endemismos surgieron desde el mismo comienzo, al tiempo que el conjunto se iba enriqueciendo. Hoy todavía podemos reconocer un blues de influencia francesa en New Orleans, con su variante blanca (cajún) y negra (zydeco). En lugares donde la presencia india era habitual, por ejemplo, el blues heredó sus ritmos. El acordeón se introdujo por influencia alemana cuando no había irlandeses de por medio, o ya se encargaría algún gabacho. La bendita guitarra, mástil de la cultura rockera, llegó al Delta desde Cuba (y a Tejas desde México) para consagrar la aportación española. Con los vagabundos, el blues tomó forma y tomó formas, dejándo bien clara su versatilidad desde el principio.

De aquellos primeros tiempos podemos contar algunas historias, como que muchos bluesmen eran ciegos, como atestigua su alias: Blind Willie McTell, Blind Blake, Blind Willie Johnson, Blind Boy Fuller,... En la mayoría de los casos las minusvalías eran consecuencia de las ínfimas condiciones sanitarias de la comunidad negra (por aquel entonces, los negros, a secas), herencia de enfermedades infantiles. Para el negro minusvalido la única salida era la música, y recorrer los caminos para ganarse el sustento. También es un icono del blues la imagen del músico con su perro lazarillo, o bien con su discípulo (T-Bone Walker fue lazarillo de Blind Lemon Jefferson, uno de los padres del blues tejano).


2 comentarios:

XuanRata dijo...

Cuánto estoy aprendiendo, Ismo. También esta es una forma de educar el oído.
El dibujo es una maravilla: se siente el sol sobre los esclavos envolviendo la plantación en un fuego pegajoso.

ismo dijo...

Me alegro, muchas gracias.