10.4.09

REALLY THE BLUES ! - 78 r.p.m.



Really the blues ! - Vinilo
Tinta, digital
Ismo, 2009


"Cuando me toque salir de escena no lloréis por mí, pero tampoco dejéis que me lleven a Potters Field, a amontonarme con la caterva de parias y desdeñados. No quiero que mis puentes dentales sirvan para engordar el bolsillo de un yonqui o un borracho. Nones. Meted mi cadáver en un horno y, cuando esté bien consumido, coged las cenizas, mezcladlas con laca y prensad con la pasta un disco con la etiqueta King Jazz. No añadáis, por favor, el sello D.A. Escribid simplemente: Aquí yace Mezz, el Presi. Y luego grabad por un lado Gone Away Blues, por el otro Out of the Gallion, llevadlo a Harlem y regaládselo a algún niño harapiento, de esos que no pueden pagarse la entrada del Apolo y ni siquiera un batido de vainilla. Y que el chaval haga sonar el disco hasta que cruja y se agote, o hasta que él se canse, y, si éste es el caso, que lo tire por ahí. Haced esto y podéis estar seguros de que descansaré feliz. Lapidas no me hacen falta".

Milton "Mezz" Mezzrow, el Presi

Es muy difícil distinguir donde empiezan el blues o el jazz. Hay quien dice que el predecesor inmediato del jazz fue el ragtime, es decir, la típica musiquilla de resonancia europea con la que se acompañaban las películas mudas. A diferencia del jazz, en el rag no cabía la improvisación, pero luego comenzó a recibir la influencia del blues y a sentir la necesidad de hacerse bailable (era música para la diversión) y -dicen los expertos- en ese momento había nacido el jazz, que podría considerarse algo así como una mezcla de blues y rag, o una especie de rag que había incorporado el swing y la improvisación. De cualquier manera, cuándo tuvo lugar tan magno acontecimiento (suponiendo que así fuera como ocurrió) sigue siendo una duda: Jerry Roll Morton, un ilustre maestro del rag, decía que el creador del jazz fue él; algunos musicólogos, sin embargo, dicen que el Carolina Shout de James P. Johnson fue la primera vez que el rag sonó de aquella manera, como jazz.

Fuera como fuere, el rag se había desarrollado ya a finales del siglo XIX, pues hay bastante unanimidad en que la primera partitura fue el Mississippi Rag, de un joven Louis Armstrong. Entre finales del XIX y finales de los años 20, el rag, el blues y el jazz habían crecido y madurado. Cualquiera de los clásicos etiquetados como jazz, Armstrong, Fats Waller, Duke, Count Basie, etc., han interpretado tanto una variedad como otra. En ese camino de 30 ó 40 años, las diferentes músicas no estaban en compartimentos estancos; se hablaban, se contaban cosas y se enriquecían en conjunto, así que podemos ver toda esa música como una unidad, como música negra profana, y llamarla blues, o llamarla jazz. Cualquier pureta podría asegurar que el blues se diferencia por tener un número de compases determinado pero lo cierto es que ni quienes dicen eso pueden defender que sea así, ya que el blues rompió inmediatamente esas limitaciones. Rag, blues, shuffle, boogie, two-steps, rythm'n'blues, rock,... En realidad entre todas esas etiquetas hay muchísimas más afinidades que diferencias; pensar en ellas como cosas diferentes nos hace olvidar todo lo que tienen en común.

Naturalmente hay estilos característicos. El blues de LA era elegantón, el de Tejas era áspero. Había blues de solistas y blues de bandas. Era eminentemente rural, pero se adaptó perfectamente a la ciudad sin perder su sabor. El jazz de New Orleans no era el mismo que el jazz de Kansas, ni el blues del East Side igual que el del South Side, y así hasta aburrir... Pero por encima de todo eso podemos también tener claras varios argumentos de peso que apuntan más a la confraternidad que a las meticulosas diferencias que marcan los entendidos:

El primero de ellos es que toda esa música fue parida, muy principalmente, por gente del Delta, independientemente de dónde se encontrasen. A Willie Dixon, por ejemplo, se le considera el artífice del sonido blues de Chicago, junto a Muddy Waters, Howlin' Wolf, o Little Walter. Todos eran sureños. Armstrong era sureño. King Oliver. Johnny Dodds. Es cierto que Fats era neoyorkino (creo), y Duke también era norteño... pero Duke no había nacido cuando Armstrong publicó aquel primer rag. Hay una primerísima hornada de músicos de blues que nació en el sur, y que vagabundearon mucho, llevando su música a otros lugares y, al mismo tiempo, tiñendola con los modos de hacer y sentir musicalmente de esos lugares.

Por otro lado, todos estos tipos suelen hablar indistintamente de jazz y blues, y si Count Basie no hace diferencias ¿Para qué hacerlas nosotros?

Lo que quiero decir, en definitiva, es que resulta muy difícil cerrar las puertas del blues, ordenarlo, clasificarlo. No podemos pensar en Muddy Waters y pensar simplemente que es un músico de Delta blues, o de Chicago blues, o pensar en Armstrong y decir que lo que él hacía era blues, o jazz, o swing, o rag,... porque lo era todo y, las más de las veces, todo mezclado. La única etiqueta que podría comprender todo aquel caldillo en ebullición de forma general sería alguna como "Potaje sureño". Y de igual manera debemos expresarnos con cierta incredulidad cuando decimos que Fulano o Mengano fueron los primeros en tal o cual cosa; es prácticamente seguro que, a la vez que él, lo estaban haciendo otros veinte... O bueno, al menos es así salvo que hablemos de Armstrong; con él es muy probable que acertemos si decimos que fue el primero en algo.

Para Mezz, por ejemplo, el jazz se extinguió en los 30, cuando el genuino estilo New Orleans empezó a recibir la influencia moderna. Para Mezz, que era un músico y no un estudioso, ni el bop, ni el cool, ni nada posterior a los años dorados era jazz. La influencia clásica, para él, era una corrupción del espíritu jazzístico clásico, del buen blues, al que siempre se mantuvo fiel.

Si yo tuviese que poner fronteras, probablemente pensaría como Mezz, pues creo que el mejor jazz se hizo en los 30, pero prefiero pensar que cada vez que un grupo moderno de música moderna saca un disco, lo que está sucediendo es que el blues está dando un paso más, aunque no sea necesariamente mejor que lo anterior ni a mi me guste más. Es lo que siempre ha hecho el blues: era un estilo rural, y adaptó su sonido a las grandes urbes; era acústico y se hizo eléctrico; era popular, y asimiló la influencia culta; era analfabeto, y deslumbró a los intelectuales; era negro, y enamoró a los blancos...

¿Cómo cojones se le pueden poner fronteras a una música así? Nuestro mundo sigue haciendo blues.


5 comentarios:

dregenwar dijo...

bonita anecdota la del señor Mezz.

respecto a la evolucion del jazz y el blues... me gusta pensar que spin doctors o the band son un buen ejemplo de asimilacion de diferentes musicas para hacer ese "jazz total". muchos se pierden en estudios y largas improvisaciones para hacer jazz cuando todo se reduce a eso, asimilar otras musicas y hacerlas coherentes con tus criterios. juas, no me digas que Yo Mamas at Pajama no es genial, jajaj

ismo dijo...

Yo Mamas y cualquiera; esos tipos son la leche.

El caso es que yo estoy contigo. Y con Mezz, y no lo estoy. Me explico. No estoy con Mezz porque hay mucha música posterior a los 30 que me gusta mucho, hay mucho bop que me gusta, mucho jazz que no es N.O. Hay tanta que me gusta que me parece que mereció la pena dar los pasos.

Pero por otro lado comprendo lo que él critica; que el jazz no necesitaba intelectualizarse, ni tenía por qué pretender quitarse ningún complejo para convertirse en música "culta".

En ese sentido, por ejemplo, Los Ramones me parece más próximo a los orígenes que Chick Corea. Ya sé, parece coña, pero entiéndase...

Anónimo dijo...

Pos muy bien, muy informativo!
Besos

Anónimo dijo...

Me ha encantado esto:

Really the blues! - La plantación
Tinta, digital


Gracias.

malatesta dijo...

Para alguien que no tiene mucha idea como yo, esta información me puede servir para salir de cualquier paso. Cualquier cosa es blues (o jazz), y me has dado argumentos para probarlo.