PRIMAVERA MÁGICA

Si ya es raro ver una imagen como ésta en mi tierra en invierno, no sé qué extraña conjunción de misterios hizo caer el pasado domingo una copiosa nevada mañanera sobre Aitana.

Esta primavera que juguetea con el invierno resulta mágica. Que un viento siberiano se dedique a recorrerse Europa en abril es cosa que explicará la meteorología, pero la ciencia no podrá explicar esa sensación de distancia que una bocanada de aire frío le da al momento inmediatamente anterior, cuando dorábamos nuestra mejilla bajo el sol mediterráneo.

Todos estos cambios meteorológicos producen diversos efectos en nuestro organismo. Los médicos prescriben vitaminas contra la astenia. Pero nadie podría explicar por qué una gota de lluvia en la nariz o un tono azul del cielo pueden, como a mí me sucede, abrir agujeros en nuestra memoria. Por estos agujeros se cuelan recuerdos antiguos y se juntan con los nuevos, y así podemos escuchar una canción antigua y oirla como si fuese la primera vez.

Entre tanto cambio atmosférico, los recuerdos que tenía encerrados en el desván se han puesto a llamar a mi puerta ¿Qué otra cosa que magia puede ser eso?