THE CITIZEN'S EDUQUEISON?

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Si mi opinión de la nueva asignatura de educación ciudadana no era demasiado buena (por razones que ya explique en otro momento), lo cierto es que la pertinaz resistencia que se está ofreciendo ante la asignatura en algunos ambientes de la derecha comienza a rozar lo ridículo… por no decir que cae de bruces en él.

La última brillante idea de los gobernantes de mi comunidad ha sido impartir la asignatura en inglés, lo que suena a recochineo y parece una manera poco sutil de menospreciarla.

Lo lastimoso del asunto es que unos alumnos recibirán docencia en inglés por parte de profesores que sólo tienen una titulación de idiomas de grado medio, con el consiguiente perjuicio que ello puede acarrear para su conocimiento de ese idioma… Los chicos no estarán educados para la ciudadanía, porque difícilmente podrán sacar jugo a la asignatura teniendo en cuenta el nivel de inglés de los institutos; por añadidura, los defectos idiomáticos que pueda cometer un profesor sin la formación suficiente se trasladarán a su conocimiento del inglés, que se verá perjudicado.

Yo desde luego creía que había mejores formas de educar a los chavales en los valores ciudadanos que crear esta nueva asignatura, y sigo pensando que no es deseable que los Estados intervengan demasiado en la educación de los niños, pero creo que todo tiene un límite, y que es absurdo y pernicioso empecinarse en mantener una oposición imposible que, a la larga, sólo creará dudas en los alumnos (y en todos nosotros) sobre la fiabilidad de nuestro sistema educativo.

Como era de esperar, la solución inteligente a este asunto ha venido de mano de algunos colegios que, pese a su carácter privado o religioso (es decir, propensos a la objeción) han aconsejado discretamente a los padres, a través de las asociaciones, que no lleven a cabo tal tipo de iniciativas. Como a esta gente le preocupa la salud de la educación más que a todos los políticos del mundo, han encontrado ya caminos y textos adecuados para adaptar la nueva asignatura a su propia sensibilidad o ideología, y han solucionado un problema que algunos, como el PP de mi comunidad, se han empeñado en mantener como un molesto forúnculo en el culo de nuestra ya maltrecha educación.

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