París entre las ramas. Notre-Dame a través del follaje, contagiada de luz entre las sombras, espiada por un ser pequeño, aparecida de un cuento de hadas, del bosque. A través de sus ventanas recoge la luz que alimenta un bosque al otro lado de sus muros: una foresta de troncos espigados de piedra, de luminosas motas de colores como hojarasca, de rincones de musgo y olor a madera húmeda.
24.4.10
RAMIFICACIONES
París entre las ramas. Notre-Dame a través del follaje, contagiada de luz entre las sombras, espiada por un ser pequeño, aparecida de un cuento de hadas, del bosque. A través de sus ventanas recoge la luz que alimenta un bosque al otro lado de sus muros: una foresta de troncos espigados de piedra, de luminosas motas de colores como hojarasca, de rincones de musgo y olor a madera húmeda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Así es, siempre el bosque, en todas partes. Incluso, en ocasiones, también dentro del bosque.
Publicar un comentario