11.2.10

BYE BYE RENFE


Hoy he viajado a Valencia por última vez en varios meses. Para celebrarlo, RENFE ha incrementado en un tercio la duración del viaje y me ha consolado indemnizándome con un cuarto del valor del billete. En el tanto de la indemnización no ha incluido los quince minutos extra que me ha costado presentar la reclamación, en dos ventanillas distintas.

4 comentarios:

malatesta dijo...

Lo han hecho para que te acuerdes de ellos. Qué lindos y amorosos son...

ismo dijo...

Cuando empecé a ir a Valencia no pensaba que esto del tren iba a resultar así. Ingenuo de mí, creí que los retrasos serían algo excepcional. Ahora mismo mi relación con RENFE es parecida a la de un sioux con el caballo de hierro: espero que mi apaloosa me coloque bien lejos de cualquiera de esos cacharros.

virgi dijo...

Verás que en la próxima tanda de viajes que tengas que hacer serán súper puntuales. Es una de las medidas para salir de la crisis.
Además a los amantes de la música le pondrán a sus preferidos...

Besos

ismo dijo...

El caso es que su idea de lo audiovisual también me ha tenido sorprendido: todas las películas del tren -cuando las ponen, sin criterio fijo- se ofrecen con subtítulos para sordos, que son bastante molestos para quienes no lo somos ¿No sería posible poner la peli con subtítulos para sordos en un solo vagón, al que podrían destinar a los viajeros sordos?

Luego se me ocurrió que eso podría resultar discriminatorio, según las actuales normas sociales y legales, y quizá sea por eso que tengo que leer "(Disparos)" o "(Puerta que se cierra)" cada vez que quiera ver una peli en el tren.

No entiendo nada.

Por cierto, en dos viajes tuve video pero no funcionaba la conexión de audio, en otro sí tuve audio, pero la imagen del monitor parecía enviada desde algún planeta muy distante. En otra ocasión sólo funcionaba la versión en inglés, con subtítulos para sordos en español y, claro, el dj del tren decidió cortar la emisión y comunicarnos que se anulaba la peli y que nos indemnizarían por ello con ¡0,15 céntimos! Para mi desgracia, ese día echaban, precisamente, "Apaloosa". El resto de días que no han echado peli, ni hablar de indemnización...

En definitiva, si a Ignatius J. Reilly le impresionó su viaje en autobús a Batton Rouge, mis viajes a Valencia han estado a punto de enviarme al psiquiátrico directamente.