27.1.10

SONNY BOY WILLIAMSON


¿Os he contado alguna vez que el más grande armónica de blues de todos los tiempos le robó el nombre al más grande armónica de blues de todos los tiempos?

El blues se sumerge en las brumas del río, y en los bancos de arena encallan las leyendas, como la de John Lee Williamson, alias Sonny Boy, el mejor armónica entre el Delta y la Ciudad del Viento, y la de Rice Miller, que plantaba arroz y tocaba la armónica en los campos del Sur.

Era habitual por entonces que músicos desconocidos con ansias de notoriedad usurpasen la personalidad de otros músicos famosos, cosa fácil porque en los discos de entonces no aparecían sus fotos. Y eso fue exactamente lo que hizo el prometedor Rice Miller cuando dejó el arroz y encaminó sus pasos definitivamente hacia la música.

Suplantar la personalidad de otro artista podía no significar un problema si el suplantador no levantaba el vuelo, pero si volaba alto, como rápidamente empezó a hacerlo el joven Rice, la cosa cantaba más que la podredumbre del pantano, así que en el caso de Rice, Sonny Boy Williamson, John Lee, el de verdad, no tardó en enterarse de la jugada y, según se dice, cogió el primer tren para el Delta con un revolver en el bolsillo dispuesto a recuperar el nombre que le había hurtado aquel listillo.

En realidad no sabemos si John Lee llegó siquiera a coger el tren. La historia se pierde en los meandros, y la historia de John Lee, Sonny Boy, se pierde también, en otro río, el Yazoo, con el punzón de hielo con que le apuntilló un marido celoso.

Sonny Boy Williamson, Rice Miller, se convirtió en el más grande armónica de todos los tiempos, y lo hubiese sido como Rice o como Sonny Boy porque, como dijo B.B.King, no se sabe si John Lee se embarcó para el Delta para resolver sus diferencias, pero le hubiese bastado escuchar una interpretación de Sonny Boy Williamson para saber, definitivamente, quién era el mejor.

Sonny Boy Williamson se convirtió en el auténtico Sonny Boy Williamson, y así constaba en su documento de identidad. Cualquiera como Eric Clapton al que se le ocurriese llamarle Rice corría un serio riesgo de ver en su garganta una navaja afilada.




3 comentarios:

malatesta dijo...

Je, je, peligroso negocio, éste del blues.

Fdo: Ismo :)

Kikko dijo...

Eso pasa por no tener a un Ramoncín como diois manda velando por los derechos de los artistas, ja, ja!!

ismo dijo...

Tipos duros, ambiente marginal, alcohol a mansalva, drogas, prostitución, pobreza, odio racial,... Imagino que tendrían sus propias reglas para ordenar aquello, y que más te valdría conocerlas si querías moverte en aquel ambiente.

En cuanto a los derechos, era habitual plagiar temas de otros, o robárselos directamente... Aunque también es verdad que, cuando el blues se hizo popular, muchos blancos grababan blues sin mencionar a los autores en los créditos. Donovan, el cantautor británico, plagió sin disimulo algún tema de ¿Mamie Smith? -no recuerdo-: le cambió el nombre y la letra y la sacó en un disco con su firma... Peace, love y el plus pa'l salón. En ese sentido, a los Stones siempre se les tuvo por tipos legales, que sacaban a los autores en los créditos y pagaban royalties, y fueron de gran ayuda para músicos olvidados y empobrecidos.