Al caer la tarde, la batalla estaba perdida. Aquí y allá relucían todavía los destellos de la última resistencia, y se veían los neveros aislados, apretujados en los terraplenes o a la sombra de los pinos, rodeados de luz, acosados, sin escapatoria. La nieve se retiraba por las laderas de sombra y teñía la retaguardia de desánimo y melancolía; se apretaba en las cañadas esperando la noche para cruzar los campos, y, herida, se diluía en los arroyos, y se desvanecía con un siseo desde las ramas de los árboles.21.12.09
LA HORA DE LAS SOMBRAS LARGAS
Al caer la tarde, la batalla estaba perdida. Aquí y allá relucían todavía los destellos de la última resistencia, y se veían los neveros aislados, apretujados en los terraplenes o a la sombra de los pinos, rodeados de luz, acosados, sin escapatoria. La nieve se retiraba por las laderas de sombra y teñía la retaguardia de desánimo y melancolía; se apretaba en las cañadas esperando la noche para cruzar los campos, y, herida, se diluía en los arroyos, y se desvanecía con un siseo desde las ramas de los árboles.Etiquetas: On the sunny side of the street
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4 comentarios:
Más que un temporal en retirada es una retirada temporal. Volverá y será más frío.
Me gusta la foto, y no quiero saber por qué.
El mérito no es mío sino del modelo. Disparé desde el coche, en automático.
Me han encantado estas dos entradas, Ismo. Las fotos y el texto.
Un abrazo, especial en estos días.
Otro para ti. Felices fiestas.
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