13.7.09

LA HORA DE LA CERVEZA


Para cualquiera que busque un lugar agradable donde tomar la cervecita de la tarde, este bar de Tahull (Taüll) es un buen sitio. Sentado en una de esas sillas, asomado a la entrada del Valle de Bohí (Boí), la iglesia de San Clemente te acompaña desde la Edad Media, y las montañas desde el principio de los tiempos.

Puedes saborear tu cerveza mientras las sombras se alargan y se tiñen con el color del mar en el crepúsculo las laderas de los montes que miran al este, y los valles hondos sumergidos en su regazo. En los valles altos todavía luce el sol, pero abajo ya se adivina el misterio de esa hora parda, sin contrastes, en que el bosque se llena de enigmas.


1 comentario:

XuanRata dijo...

Hora eterna. Una pena que la cerveza no lo sea.