17.7.09

ECHANDO RAÍCES

En la foto, en primer plano, de espaldas, la cabeza de Ismo en una de las fases de su transformación arbórea

- Pero ¿Tú te has visto? -dijo ella-. Espera, esto tengo que retratarlo.
Clic.
- Tu pelo...
- ¿Qué le pasa a mi pelo?
- Bueno -añadió una mueca a su rostro-: el caso es que ya no tienes pelo. En lugar de pelo, tienes follaje.
- ¿Follaje? -instintivamente me toqué la cabeza- ¡Andá! ¡Pues sí! No sabría decir exactamente que clase de matorral es pero, efectivamente, esta textura me recuerda más a un arbusto de boj que a un cabello.
- Mira la foto, no hay duda: tu cabellera es una hermosa esfera de follaje. No puedo decir que me desagrade -añadió, siempre dispuesta a ver la cara amable de cualquier suceso extraordinario-; te sienta bien.
- Yo tampoco puedo decir que me desagrade. Me siento fresco.
- Ven, quiero que te vean las niñas.
Cuando intenté encaminarme hacia donde estaban las peques, mis pies se quedaron como atados al suelo. Las Chirucas habían arraigado.
- ¡Mira! -grité excitado-. No puedo moverme. Me han salido raíces en los pies.
- ¡Niñas! ¡Corred! ¡Mirad a papá!... ¡Está arraigando!
- La situación es un poco embarazosa. Había pensado subir mañana al Estany Llong...
- No creo que mañana hayas desarraigado.
- Eso me temo. Tendré que aplazar la excursión.


4 comentarios:

XuanRata dijo...

Uno de estos días se celebró el 20 aniversario de "Amanece que no es poco", donde tambien los hombres arraigaban en un huerto. Aunque es verdad que a veces se me pone cara de acelga, prefiero el lugar de tu foto para echar raices. Imagino que a tu familia le costó lo suyo arrancarte de semejante situación. A mi a veces me dejan hasta que llega el nordeste fuerza 9. En fin, no te preocupes, Ismo, aun no hemos llegado a árboles, pero tenemos madera...

Haideé Iglesias dijo...

Me gusta ese paisaje, hermoso y frondoso. Y también tú imaginación :)

Por cierto ¿qué es? Resulta extraña esa forma en medio de los árboles...

malatesta dijo...

Procura que te rieguen con cerveza al menos una vez al día. Mano de santo, oiga.

ismo dijo...

Jajaja, siempre que no haya cerca caracoles... ¡Los muy bandidos!