9.6.09

TEMOR NUCLEAR


Tengo un familiar burgalés de adopción que siempre me anima a visitarle en verano, en su casa del norte de Burgos. El paraje, por lo que se ve en las fotos que me muestra, tiene que ser un paraiso campestre de mesetas y riberas cantarinas pero, sin embargo, siempre le respondo que no, y el motivo de mi negativa es que ese edén en la tierra no está a más de unos cuantos kilómetros de la central nuclear de Garoña.

A menudo pienso también que mi temor es irracional, e intento buscar justificaciones que me permitan por fin aceptar la invitación y visitar una tierra que promete bucólico encanto salvo por la proximidad de una central energética con diarrea de átomos. Pienso que también tengo una central cerca de casa, en Cofrentes, y varias más en Tarragona a tiro de piedra; pienso que, al fin y al cabo, los efectos devastadores de Chernobyl no se limitaron a un área estrecha, y que aquella nube extendió sus efectos a medio y largo plazo por todo el planeta, camuflada entre leyes nacionales antitabaco y reducciones de CO2,... Si tengo que vivir con Chernobyl ¿Por qué no ir a Burgos?

El año pasado pasé por Ascó, y éste repetiré porque pienso regalarme otros Pirineos este verano. Los alrededores eran preciosos, una comarca que gusta mirar, pero apuré al máximo los límites de velocidad. Los pájaros cantaban, los pinos se erguían en las lomas, los álamos cantaban junto a las riberas, pero yo sentí miedo, algún pequeño temor, miedo. Tras de mí, los átomos trazaban órbitas enloquecidas.

Frente a este miedo se alza la necesidad; el triste convencimiento de que las nucleares son una opción energética barata que permitiría a España paliar los efectos del inmenso bache económico en el que andaremos metidos aún una buena pila de años. En un mundo de ganancia, la ganancia pasa por cosechar residuos radiactivos, o perder el tren, o esperar un milagro en forma de energías alternativas.

Puedes plantar nucleares o descabalgarte del mundo, porque el mundo será cada vez más atómico antes de ser definitivamente atómico cuando la mierda rebose. No hay escapatoria: si tú no lo haces, otros lo harán.

5 comentarios:

dregenwar dijo...

si que dan miedo estas fabricas de energia... bueno, lo que da miedo es la vagancia y la ineptitud a la que nos tienen acostumbrados nuestras autoridades. es como poner una pistola cargada en las manos de un sociopata

pd. ¿pirineos? mmm, empedrat de primero y bou a la llosa despues... madre mia

ismo dijo...

Un símil muy adecuado.

El empedrat no tanto, a cambio repito bou.

El mejor recuerdo culinario que me queda del año pasado, sin embargo, es el de una cervecita fría en Taüll, al atardecer

"A la hora de las sombras largas, cuando nacen los hechizos"

malatesta dijo...

Los miedos irracionales son eso, irracionales. Buscarles explicación es inútil. Espero que puedas superarlo para poder disfrutar de esos paisajes. Saca fotos.
El eterno dilema energético: nucleares sí, nucleares no. A día de hoy no parece que haya otra alternativa, y se nos acaba el tiempo. Desde luego con molinos y placas solares no va a ser suficiente. Te lo digo yo...

ismo dijo...

Y yo me lo creo, pero creo que aún hay mucha gente que piensa que los molinillos dan de sobra para mover el aire acondicionado. A lo mejor es que nos hemos pasado creando expectativas.

Y ya en concreto sobre Garoña, me pregunto si no sería mejor construir centrales nuevas más modernas que aprovechar las que tenemos hasta las últimas. Porque me da que el CSN también es un artista en lo que se refiere a crear expectativas de fiabilidad.

No tiene mucha pinta de organismo imparcial.

Haideé Iglesias dijo...

No te dejes vencer por el pesimismo. Hay alternativas y mucho mejores. Te sugiero que te pongas al día en Greenpeace o similares.
Una cosa es lo que nos cuentan y otra bien distinta lo que se puede hacer para mejorar...
Ya sabes Ismo, la información es poder...
Mas saludos cordiales :))