RACE RECORDS

De todo aquel potaje musical que fue el Delta a finales del XIX y principios del XX, surgió una nueva música negra, el blues, pero la música popular blanca también cambió. Al principio, muy al principio, las primeras grabaciones de esta nueva música popular se vendían indistintamente; el hillbillie y el blues iban de la mano en las etiquetas como lo iban en la vida real. Pero luego la cosa cambió, en un país donde el segregacionismo era una lacra persistente. La industria comenzó a diferenciar la música negra con la etiqueta "Race Records" para que todos los compradores tuviesen bien claro lo que estaban comprando. El término race se consideró un eufemismo adecuado.

El blues fue música negra para el consumo negro hasta prácticamente mediados de siglo. Los Race Records sonaban desde el Delta hasta el Lago Superior, desde el Golfo hasta cada uno de los lugares a los que llegaron los negros del Sur emigrando hacia las zonas industriales del Norte y ambas costas: Memphis, Chicago, Los Angeles, Detroit,... Durante estos años había músicos de blues y jazz blancos de primera categoría como Eddie Lang, Beiderbecke, Mezzrow,... pero eran bichos raros entre la comunidad blanca. Las bandas eran de blancos o negros, salvo raras excepciones y siempre marcando bien las diferencias.

Algo empezó a removerse cuando años más tarde, después de la guerra, los jóvenes blancos comenzaron a consumir la música negra del momento, hija del blues, menos áspera, más bailable, más frenética. Para la sociedad integrista blanca era del todo inaceptable que sus retoños, recien bajados del Mayflower, enloqueciesen con la música de los salvajes, así que decidieron cambiarle el nombre a la música de los salvajes y decidieron llamarla entonces Rythm and blues, y luego Rock'n'roll, en la que es probablemente la primera muestra de la inagotable capacidad de las discográficas de inventar etiquetas para vender discos.

En los 50, el blues había caído en el olvido. Soul, R&b, Rock'n'roll... El soul, que era la música negra religiosa o, mejor dicho, la mezcla de música negra religiosa (gospel) y profana (jazz, blues) se había convertido en la música de los negros. Los jovenes de todos los colores bailaban rock'n'roll. El blues quedó en estado cataléptico hasta los 60, cuando la intelectualidad blanca se propuso recuperar las raíces y recuperó el folklore musical norteamericano. De esa época hay anécdotas graciosas como la de aquel bluesman (no recuerdo ahora quién fue) presentado en un escenario como un destripaterrones del Delta cuando no había cogido un azadón en su vida.