10.1.09

Yo no me siento solidario con Palestina. En realidad, no sé qué es Palestina. Hay una Palestina de niños que sufren en los bombardeos, y una Palestina de cabestros adultos que son incapaces de adoptar cualquier acuerdo que no se negocie a tiro limpio. Hay una Palestina oprimida por Israel y una Palestina oprimida por los propios palestinos. Hay una Palestina que pide solidaridad en los foros internacionales y otra Palestina en la que a los niños se les enseña a sumar resolviendo el número de judíos que resulta si tienes seis en el horno y metes allí otros cinco. Hay una Palestina que no quiere acabar bajo tierra, y otra que espera hundir a todos los judíos de Israel en el Mediterráneo. Hay una Palestina que llora y, ya puestos, hay una Palestina que brindaba con champán cuando Atocha se convirtió en un cementerio.

Siendo las Palestinas tantas como son, yo me veo incapaz de ofrecer mi solidaridad a una Palestina única que no existe. Puedo solidarizarme con los niños que sufren, pero entonces lo haré con todos, tanto los que sufren a un lado como a otro de la franja, y me guardaré de expresar mi solidaridad con gentilicios, o de cuantificarla. No creo en esa solidaridad teledirigida según la cual el mismo mal es distinto según quién lo sufra y que se reserva sólo para una parte. Para mí, esa solidaridad es una perversión del término.

16 comentarios:

magoma dijo...

esas criaturas estan condenadas: si israel no les mete un misil por el culo, lo hara Hamas para hacerlos explotrar en un autobus de civiles. 12000 años como especie 'inteligente' sobre la tierra y todavia no hemos aprendido una mierda

Anónimo dijo...

QIBYA

Balas
en la noche de luna llena
surcaron las colinas y los caminos.

Balas
chocaron contra los muros
y golpearon las puertas y las ventanas.

Iban dirigidas a los corazones y a las entrañas.

Balas
por detrás de las piedras,
a través de los desfiladeros,
por detrás de los sacos de arena.

Balas.
Se esparcen por las piedras arrayanes de sangre
y se pegan adornos de sangre en las paredes.

Balas
y gelignita
arrojan los cuerpos a las hienas.

Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.

En vano se bañó nuestra noche con la fragancia de los naranjos.

Nuestra sangre corre por la tierra roja
y sobre las piedras.

Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.

Cerrad las puertas,
apartaos de las ventanas,
ocultaos de la luna,
protegeos de la noche.

Pero las puertas son de madera
y las ventanas no se construyen para evitar
el aire, la luna,
la gelignita
y los colmillos de las hienas.

El corazón es de hierro pero
para las balas, la gelignita y los colmillos
es más débil que la madera.

Los brazos de Fátima rodean el cuerpo de Hasan:
una alberca de sangre,
y del padre de Hasan no queda
más que el qunbaz hecho jirones.

Buscadlos bajo las piedras
y juntad los brazos a los cuerpos.

Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.

En vano se bañó nuestra noche en la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre fluye por la tierra roja
y sobre las piedras.

Balas
golpean las piedras.
Gelignita.

La noche se desgarra
entre nuestros olivos y viñas.

Ibrahim Yabra
**********************
Es igual con lo que políticamente consideres correcto o justo. La única solidaridad posible es la de enfrentarse a la destrucción y el sufrimiento, siempre.

Besos

ismo dijo...

Frente a la destrucción y el sufrimiento sólo entiendo una clase de solidaridad: sufrir, ser destruido. Lo demás es política, discurso y canapé.

Cuando Arbusto I se enfrentó a Iraq por primera vez, en la empresa en que trabajaba teníamos un agente israelí (comercial, quiero decir). Cuando los cohetes comenzaron a caer sobre Haifa, su ciudad, él estaba en España, y nos pareció normal ofrecerle nuestra ayuda si deseaba instalarse en España hasta que calmase el temporal. Él nos respondió que su lugar estaba en Haifa, se marchó a su tierra y no volvimos a verle hasta que dejaron de caer cohetes. Con muy pocas palabras me dejó una idea muy clara de lo que es la solidaridad.

Anónimo dijo...

Pues no te creas que no sería mala idea, en lugar de manifestarse por las calles de Europa, presentarnos todos allí de golpe.Millones de personas hasta allí.
Pararían, claro.

Besos

ismo dijo...

El problema es que no sé si hay millones de personas dispuestas a hacer algo por sí mismas sin esperar nada de lo que hagan los demás.

La de Gunter no era una solidaridad por objetivos.

Anónimo dijo...

Claro, supongo que sentía su tierra, su gente y su hogar.
Imagino que tienen dentro lo que existía en nuestra tierra hace muchos, muchos, muchos años: el concepto de familia casi como tribu, la necesidad y la felicidad de la dependencia, el compartir, el sentido de lo colectivo. Mi colega francesa está casada con un exiliado palestino, parte de su familia ya la tiene aquí también. Cuando su padre tuvo un accidente, se marchó para allá, estuve muchos meses, hasta que lo vio defenderse solo. Tiene dos niñas pequeñas.
Los israelíes van a hacer una limpieza de raíz, lo que es vivir en la franja, supongo que un odio y una inestabilidad permanente, solo deben conocerlo bien ellos.
No hay justificación nunca para la barbarie.
Besos

ismo dijo...

No van a hacer una limpieza de raíz, ni creo que tengan en mente exterminar al pueblo palestino. Si Israel fuese el demonio que pintan, con su abrumadora superioridad militar, haría tiempo que hubiese hecho esa limpieza.

Sí está deseando borrar Hamás de la faz de la tierra, eso es evidente, y por eso Hamás anda empeñada en salirse de rositas apelando a la solidaridad internacional y colocando a su gente entre ellos y la ofensiva israelí.

La barbarie no está justificada nunca, efectivamente, y deberíamos tenerlo en cuenta a la hora de mostrar solidaridad, y ser muy cuidadosos a la hora de expresar esa solidaridad, o dará la impresión de que consideramos que todo el odio palestino sí está justificado.

Nuestro gobierno expresa ahora su solidaridad con el pueblo palestino. Tiene gracia. Debió pensarlo cuando vende armas a Israel, por ejemplo. Así que no pienso prestar oídos a las recomendaciones que una ministra hipócrita le haga a mi conciencia.

En definitiva, ni me creo la solidaridad ni las justificaciones.

magoma dijo...

solidaridad con palestina, desde luego, pero ellos son los unicos que pueden arrancar las armas de las manos de Hamas
israel solo se defiende, y creo que esta en todo su derecho.

un niño arabe no es mejor que un niño judio, y viceversa

XuanRata dijo...

Ismo, todas las víctimas son iguales, sobre esto no hay discusión. Pero no estoy tan seguro de que todos los verdugos lo sean. No quiero decir que unos sean mejores que otros, ojo. Unicamente que no son iguales. Solo el más fuerte puede ofrecer una paz digna. El más debil solo puede ofrecer la rendición. Aun estoy esperando un plan de Israel minimamente creible. Aunque, ¿por qué iba a hacerlo? ¿qué necesidad tiene? Tener una amenaza permanente y controlable es la manera que tienen los halcones de mantenerse en el poder. Hamas es una organización terrorista y asesina. Pero Israel es el matón del cole y el oficio del matón es intimidar. El matón obtiene su fuerza de la cohorte de secuaces que le apoyan. Lo primero es dejar solo al matón.

ismo dijo...

Xuan, yo no creo que sea así. Hace algún tiempo Israel desocupó territorios. En pleno alto el fuego, mientras el ejército judío se retiraba, los palestinos iban a su zaga soltando tiros (y la ciudadanía se dedicaba a quemar sinagogas). Aquello me pareció una señal bastante creíble de buena voluntad por parte del matón, y una clara declaración de intenciones también por parte de Hamás (o de Palestina pues, si hablamos de Israel como conjunto, deberíamos decir lo mismo del otro bando).

El problema aparece cuando Hamás, o Palestina, nunca tienen bastante. Al día siguiente de la retirada ya estaban reivindicado Jerusalén... y al siguiente, probablemente, estarían pidiendo que Israel se hundiese bajo tierra.

Lo hemos vivido en España. Cuando sucedió lo de Atocha, la cosa nos había tocado por meternos en Iraq. Pero salimos de Iraq, y seguimos siendo objetivo del terrorismo internacional islámico, ahora por Afganistán... y mañana, bueno, quizá les de por pensar en Al-Andalus...

Ese radicalismo islámico pide que la ONU se comprometa, pero de poco serviría, porque acaban pasándose por el forro cualquier resolución con la misma facilidad con la que lo hace USA. Hay una resolución de la ONU para Afganistán (y no es que a mí me guste), y también la hubo cuando nació Israel, a pesar de lo cual intentaron invadirlo.

Es evidente que Israel es más fuerte, pero yo no diría que es el matón.

En cuanto a mantener la situación, eso podría ser útil para los rabinos pirados, el Likud, esa gente... pero Israel es algo más, igual que Palestina no es sólo Hamás. Yo creo que también existe un Israel cuya única aspiración es que le dejen en paz y que, en ese empeño, quizá equivocadamente, no ha encontrado otra salida que tomar las armas. Así, también podría decirse que Palestina tiene interés en pinchar a Israel porque eso les proporciona una excusa para el caos, para que las distintas facciones sigan funcinando como los mafiosos que son, y sangrando el país con su fundamentalismo religioso, con el pillaje, el odio, la extorsión, la violencia,...

Hay otra cuestión que me parece importante a la hora de decidir a quién hay que apoyar y a quien hay que dejar solo. Israel es una democracia, y en Palestina las cuestiones de convivencia se solucionan con el AK47. En lo único que palestinos radicales y moderados parecen estar de acuerdo es en que a la calle hay que salir con el fusil de asalto ¿QUé clase de compromisos políticos se pueden alcanzar con gente así? Pero es un hecho: hacen las elecciones como los corsos de Asterix, o sea, llenan las urnas y luego deciden a tiros quién gobierna.

Hoy he leido la crónica de la manifa pro-Palestina en Madrid poco después de dejar el anterior comentario: quema de banderas, apedreamiento de la embajada israelí,... y Ana Belén & Co. haciendo llamamientos a la bondad universal. Poco creíbles.

¿Cómo es posible acusar de barbarie a los que no te caen bien y luego expresar tu opinión a pedradas, por mucho que tengas enfrente a Mazinger-Z? La barbarie no depende del enemigo que tienes enfrente; está dentro de cada uno.

La guerra nunca tiene justificación, y no le veo sentido a mostrar solidaridad a alguien que se está dando de leches con otro, gane o pierda.

Alberto dijo...

A mi lo que me molesta es que solo se sale a la calle cuando hay conflictos en los que intervienen EEUU o Israel pero no cuando por los conflictos o injusticias que tienen lugar en África o en el sudeste asiático.

ismo dijo...

Es realmente molesto. Lo de Africa central es especialmente sangrante.

Anónimo dijo...

Lo vi ayer de casualidad:

http://cuadernosdeafrica.blogspot.com/

todavía no he tenido tiempo más que de leer el último post, que me encantó
Besos (no, aquí no hay manifestaciones antijudías)

ismo dijo...

Yo tengo referencias de África por un par de amigos. Uno de ellos vivió gran parte de su vida entre Chad, Níger, Sierra Leona... Otra amiga solía viajar bastante a Mali, Mauritania... Hizo un par de documentales: uno sobre cómo una mujer discapacitada de Mali organizaba un pequeño taller textil (muy rudimentario) y otro sobre los Dogón (o algo parecido), una tribu de allá.

Los dos conocen bastante bien el terreno y me cuentan cantidad de historias que yo almaceno en la imaginación entre mis sueños de aventura... De hecho, en mi casa no se ofrecen nunca más de tres tazas de té al visitante ;)

Mi amiga se echó un novio en África y él se vino para acá una temporada. Apenas le conocí porque no le gustaba esto y se volvió a su tierra. En una ocasión, mi amiga me dijo algo que me sobrecogió; yo especulé (sólo especulé, sin ninguna intención) con la posibilidad de visitar los sitios que ella visitaba, y ella me dijo algo así: "A determinados sitios a los que yo voy, tú no podrías ir, o podrías pero con el riesgo de salir muy mal parado. Tú eres un tío y yo una tía; a mí los tíos de allí me conceden una oportunidad en el primer contacto porque esperan follarme pero a ti no te la darían". Hay que decir, de todos modos, que mi amiga es muy audaz, y le tiene alergia a las rutas que se describen en las guías.

Sobre las condiciones de vida allí, ambos amigos tienen la malaria, además de haber contraido otros variados tipos de parásitos durante sus estancias allí. Recuerdo que mi amigo contaba con aire agridulce cómo se corta la carne en los mercados de Níger, con dos movimientos: primero se pasa el machete sobre la carne, las moscas levantan el vuelo, luego se corta de arriba a abajo el filete, y las moscas vuelven a envolver la pieza como una segunda piel.

Otra cosa curiosa que la que me hablaba mi amigo (que, sin embargo, no había leído a Hemingway en su vida) era el "sol" o el "ambiente" africano. SEgún contaba, algunos europeos eran incapaces de adaptarse jamás; llegaban allí y entraban en una especie de depresión enfermiza de la que sólo se libraban regresando a Europa.

Él tuvo que salir por patas en dos ocasiones: una del Chad y otra de Sierra Leona. Conato de guerra civil y los blancos tenían que tener mucho ojo con cualquiera de los dos bandos.

Africa debe ser un lugar encantador y terrible.

Anónimo dijo...

Supongo que debe ser fascinante oírles. No, yo nunca iré, por razones de debilidad física y porque serían impresiones tan fuertes que no podría soportarlas. Pero me encanta leer sobre todas esas cosas.
Gracias, Ismo.
Bss

malatesta dijo...

Anda, si aquí se había tratado el tema primero. Mis disculpas. Ando un poco despistado últimamente.
En una cosa estoy de acuerdo contigo: más que con Palestina, hay que solidarizarse con las víctimas de ambos bandos. Y la mejor manera de que no haya más víctimas es presionar a Israel y a Hammás para que dejen las armas.
Eso sí, en mi opinióin hoy por hoy quien tiene la sartén por el mango es Israel. La paz de la derrota no la quiere nadie.