17.9.08

NO TODO ES BLANCO Y ACERO

Estoy siguiendo un curso de diseño y montaje de exposiciones artísticas, estructurado en cuatro sesiones dobles. La primera estuvo a cargo de unas hermanas fundadoras de la empresa Carral Asociados, dedicada a la organización de exposiciones y eventos culturales; estuvo bien, si pasamos por alto el hecho de que esta gente cuenta con presupuestos mareantes para todos sus proyectos y tiene que gastarlos en algo. Nos mostraron su forma de diseñar espacios expositivos poniendo como ejemplo sus montajes para Arco, para la presentación de una colección infantil de MacMillan, para promocionar Loewe en Japón,…

La segunda sesión fue tediosa hasta donde llegué. Estuvo a cargo de Teresa Luesma Bartolomé, trataba sobre metodologías y proyectos expositivos de los 70 a la actualidad y fue tan académicamente aburrida como la exposición del noventa y nueve por cien de tesis doctorales a las que he asistido. Mucha cita, mucho apellido escandinavo, o sea, poco. Como un bocadillo de pan malo con poca chicha.

La de hoy, la tercera, a cargo de Ramón Gil Moreno, no ha sido muy brillante, quizá porque el tipo se empeñaba en hablar con la mano delante de la boca y sólo se le entendía una palabra de cada tres. Ha sido un buen contrapunto a la primera, pues Gil Moreno sostenía que no hacen falta grandes presupuestos para adecuar un espacio a un contenido. Y ha dejado para el recuerdo la frase “No todo es blanco y acero”, referida a la forma de diseñar espacios de muchos museos de arte contemporáneo.

Mañana me toca “La red como lugar de exposición”. Espero que tenga un enfoque más o menos práctico, o me tomaré una cervecita después de la firma.

2 comentarios:

XuanRata dijo...

Efectivamente, también esta el gris y plomo de ciertos conferenciantes.
Espero tus conclusiones sobre el curso. Y espero también ir leyendo tus anteriores entradas.
Un saludo.

ismo dijo...

No hay mucho que decir sobre el curso. En realidad, se trata de hablar de cosas que son de sentido común pero dándoles un barniz academicista, técnico... Por ejemplo: cualquier puede darse cuenta de que si pones un panel en el centro de una sala alargada con entradas a ambos lados ese panel captará la atención de cualquiera que entre en la estancia. Sin embargo hay conferenciantes que se creen importantes porque expresan esa misma idea diciendo, más o menos, que "la estructuración del espacio expositivo deberá asimilar la inclusión de elementos constructivos en pro de la efectividad del elemento discursivo... tal como estableció Kimi Raikonnen tras su paso por la escuela de Kovalainen en la primera mitad de los sesenta".
Así que ya ves: te sientas en la silla, encajas como puedes el discursito y, tras desbrozarlo, te das cuenta de que podías haber aprendido lo mismo en sólo 5 minutos en lugar de las 2 horas y media de payasadas.