LEÑA AL TONTO

Como la mordacidad resulta divertida y dado que algunos de vosotros, lectores, seguiríais hace algunos meses mi polémica con Memiroelombligo, no quiero desaprovechar la ocasión para ilustrar aquí mi último encuentro con Don Dios en el blog de Mita. Se hablaba de Saramago, y se me ocurrió soltar que yo prefiero a Pessoa; una observación impertinente ya que el gusto por uno, como apuntaba Mita, no debería excluir el gusto por el otro. Leed, sin embargo, la velada alusión que Don Dios me dedicaba:

Lo de Saramago me parece algo oportunista, mita, algo así como esos viejos que se disfrazan de jovencitos y parecen patéticos, aunque estoy contigo que tendría su mérito si no fuera porque estoy totalmente convencido que le "trascribe" su esposa-traductora. Hace tiempo que se puso demasiado solemne, repartiendo bendiciones urbi et orbi, o condenas, como un papa, y me joden los papas, aunque leí con gusto sus novelas de la primera época (El año de la muerte de Ricardo Reis: Memorial del convento); Pessoa, que se menciona por ahí no viene al caso: está en un cielo literario demasiado distinto y alto, EÇa, el gran Queiroz me gusta mucho más que nuestro Galdos, pero quien realmente me fascina como escritor en prosa es el desaparecido Miguel Torga; ojalá fuera tan popular como Sara Mago (como lo cita una insigne política). perdón por la extensión

Es de suponer que yo soy “por ahí”, y bastante discutible que Pessoa no venga al caso si tenemos en cuenta que Ricardo Reis era un heterónimo usado por él y que, después, Saramago tomó como parte del título de uno de sus libros que, además, a Don Dios parece gustarle mucho. Yo no he leído “El año de la muerte de Ricardo Reis…”, no tengo en casa más de 12.000 libros y dudo que haya llegado a leer la mitad de la mitad de esa cantidad en toda mi vida, pero averiguar que Ricardo Reis era un heterónomo de Pessoa es tan sencillo como darse una vuelta por la Wikipedia (esa Wiki que Don Dios calificaría como una de las cúspides de la estupidez humana). Y escuchar a Saramago referirse a Pessoa es tan fácil que lo he oido hasta yo, que apenas leo a Saramago.

Así que viene al caso, y muy al caso, hablar de Pessoa si hablamos de Saramago, como vendría al caso hablar de Bukowski al hablar de mí si yo escribiese un libro titulado “El año del coma alcohólico de Hank: Memorial del Hospital Memorial de Los Angeles”, por mucho que mi libro no le llegase a los de Buko ni a la suela de los zapatos y por mucho que yo no haya nacido en Renania ni haya vivido ni muerto en Los Angeles . Y de la misma forma quedan bien patentes las maneras de alguien, Don Dios, que ha creído hacerme un desprecio cuando, en realidad, lo único que ha hecho es poner en evidencia una vez más su intransigencia, su mala educación y la vacuidad de sus argumentos.

Habrá que ver ahora si a Don Dios le da por hacerme otro retrato psicológico o por citar, entrecomillado, al hombre de Atapuerca o si, por fortuna para mí, le da por cumplir definitivamente su tajante afirmación de no volver a discutir conmigo y, aunque sea por una vez, ser consecuente con sus proclamas.

¿Qué te jodan, Papito? Espero no resultar descortés... Y que no tardes en olvidarme.

http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Pessoa

http://en.wikipedia.org/wiki/The_Year_of_the_Death_of_Ricardo_Reis

http://www.poeticas.com.ar/directorio/Poetas_miembros/Fernando_Pessoa.html