13.8.08

EN DESCARGO

El memo especializado en la cita de analistas me ha descubierto la verdadera razón de nuestra discusión, que ilustro y contesto aquí ya que en su blog soy persona non grata. Al parecer no se trata de esgrima, ni de discrepancias sobre el arte rupestre, sino de admiración: yo le admiro, y sufro una especie de síndrome que me lleva a ver en él no sé qué figura paterna y a desarrollar un instinto agresivo que me sirve de reafirmación, todo ello porque soy un inmaduro… algo así.

Lo cierto, sin embargo, es que todo esto le duele en su insaciable orgullo porque intentó colarme un argumento de autoridad como si no lo fuese y, visto que no colaba, intenta ahora atacarme (todo por una frívola teoría sobre el arte abstracto, válgame Dios) con un argumento que ataque directamente a mi persona. Como, obviamente, carece de argumentos para atacarme personalmente, pues no me conoce, recurre a la psicología barata para intentar camelarme con uno de sus trucos. Ha intentado llamarme idiota (y en mal momento acepté unas disculpas que ahora compruebo que no eran sinceras), ha intentado creerme tan idiota como para no reconocer lo que es implorar a la autoridad, y ha perdido definitivamente los nervios cuando ha recurrido al tipo de argumentos más baratos y rastreros que alguien puede emplear en una discusión, atacando a mi persona sin más fundamento que un burdo juego de psicología.

Sin embargo, él, que es tan leído, sabrá que este es el justo momento en que toda su basura autoritaria y difamadora revela, más a las claras que cualquier otra cosa, que ha perdido la discusión. Nadie recurre a tan malas artes si no está arrinconado, y nadie las usaría si conservase un mínimo de honradez.

Por si alguien tuviese la tentación de pensar que soy el adolescente desequilibrado que cree el señor Me-miro-me-ombligo, digo en mi descargo que al menos soy lo suficiente maduro como para no intentar hacer un retrato psicológico de un tipo con el que he sostenido varias breves conversaciones a través de un blog. Cualquiera que lleve tiempo visitando este Buque puede dar testimonio de que soy una auténtica mosca cojonera, orgulloso, polémico, cabezota como una mula estúpida y bastante impertinente cuando llega el caso, y que nunca ha tenido que ver con ello la admiración o el desprecio que sienta por mis oponentes dialécticos ¿O era admiración por mi padre? ¿Admiración por Freud, quizás? ¿Me-miro-el-ombligo es una representación de mi padre? En fin ¿A quién le importa? Lo de mi mala leche es innato, y tímido mi buen corazón, y puedo asegurar que Me-miro-el-ombligo, mal que le pese, no tiene nada que ver con ello.

2 comentarios:

Lansky dijo...

Tranquilízate, no pasa nada, hombre. Cada uno en su casa y dios en la de todos, como decían los viejos campesinos. A ver si así este buque deja de ir a remolque de mi blog: si hablo de ciencia, tu haces un post de idem, si hablo de arte, lo mesmo, y varios casos más que para qué citar...

Por cierto, Malatesta, eres muy perspicaz y aunque esa no es toda la explicación, es parte de ella.

ismo dijo...

¿No te ibas? Porque no fui yo el que corto relaciones ¿Te marchabas ya o sigues por aquí a ver si aprendes algo? ¿Te voy a remolque pero eres tú quien no puede dejar de aparecer por aquí? Vale, viejo. Bye, a ti y a tu ombligo.