5.3.08

MEMORIA

Ayer estuve leyendo un blog en el que el autor comentaba el caso de un estudiante cubano, Eliécer Avila, que cometió el error de pensar que en su país es posible ejercer la crítica política, y sufrió por ello las consiguientes represalias y el consiguiente programa intensivo de reeducación cívica.

Lo más curioso del caso es que el autor titulaba la entrada “Nazismo caribeño”, ante lo cual uno de sus comentaristas respondía, muy atinadamente: “No es nazismo caribeño. Es... comunismo. 100 millones de muertos, decena arriba, decena abajo”.

Entrada y comentario me llevan a pensar hasta qué punto se va instalando entre nosotros esa idea según la cual la derecha es heredera de un pasado dictatorial, absolutista, y la izquierda es heredera… de los luchadores por la libertad. Sinceramente no tengo sospechas de que el autor del mencionado blog sea ningún tipo de fundamentalista convencido, y es por ello que me resulta tanto más llamativo el título que da a su entrada, y más aún porque proviene de alguien que ha publicado libros de contenido histórico.

Este caso y otros parecidos resultan cada vez más frecuentes, y asusta pensar en qué medida la propaganda socialista ha conseguido transformar de esa manera la percepción que un ciudadano medio tiene de la historia que, a partir de ahora, parece dividirse en buenos (la izquierda) y malos (la derecha).

Recuerdo ahora como uno de los protagonistas culturales de este lavado de cara al socialismo, Saramago, criticaba a Tolkien y ESDLA porque, entre otras estupideces, según él, aquella era una historia plana de buenos y malos. El Nobel portugués había venido a salvarnos a todos de la pasión por los extremos… aunque su forma de conseguirlo consista precisamente en condenar un extremo (lo absolutamente malo, la derecha) y ensalzar el otro (la izquierda de las libertades), tal como hace habitualmente en sus planos escritos, con (sospecho) bastante menos inocencia que la del autor de la desafortunada entrada “Nazismo caribeño”.

La tremenda falta de sentido crítico de todos estos convencidos de la bondad de la izquierda se manifiesta con asiduidad y sin el menor rubor a través de pensamientos simples que van arraigando en la conciencia colectiva. Así, los curas, a los que se asocia la derecha, el totalitarismo mundial, etcetc. son malos porque no cumplen sus votos de pobreza pero los socialistas enriquecidos que viven en Majadahonda (¿Era allí, Sr. Pepinho?) son moderados porque han sabido adaptar su ideología a los tiempos (y, sobre todo, han sabido adaptarse ellos mismos a los tiempos sin importarles un pepinho… perdón, pepino traicionar a su ideología). Los curas ricos traicionan su ideario, los sociatas ricos mejoran el suyo.

Otro ejemplo bastante evidente es el que resulta del lenguaje de los signos. La mano en alto hitleriana es poco menos que un corte de mangas a la convivencia, y ciertamente no es otra cosa, pero una vez más resulta curioso que el puño en alto socialista se haya convertido en un gesto si menos inocente y, si más, en símbolo de la lucha por los derechos humanos, las libertades,… Es de suponer que, hablando de puños, hablamos de los que sirvieron (y sirven aún) para machacar a millones de personas libres de todo el mundo y, por añadidura, a la libertad misma ¿Cómo es posible que la izquierda libertaria permanezca tan ligada a un símbolo del revolucionarismo más cruel, incluso aunque levanten el puño en Majadahonda?

Hace poco otra entrada en otro blog me invitaba a pensar para comprender que las cosas son tal como las cuenta el PSOE, así que sigo pensando... pero por más que pienso…

4 comentarios:

dregenwar dijo...

recuerdo que cuando se me desperto el interes por la politica me pille un libraco enorme (en serio... es desproporcionado) que trataba de la historia de europa. leyendo sobre mussolini, hitler y stalin (por nombrar al mas conocido, pero vaya, detras del talon de acero hubo muchisima mierda como el y peores) me percate de los enormes paralelismos entre ellos y su forma de dirigir a sus gentes... la primera palabra que me vino a la mente fue fascismo. claro que stalin era comunista pero para mi aquello era fascismo, al igual que el terrorismo de eta o la mafia calabresa. tal vez tengas razon y esta en nuestro subconsciente lo de que el comunismo no es malo en si, si no sus mandatarios que son unos fascistas.

ismo dijo...

Puestos a elegir, entre llamar a un gobierno dictatorial y represivo fascista, nazi o comunista, creo que lo de fascista es de lo menos duro. Al fin y al cabo, el Duce tenía menos pinta de malo y, como era bastante incapaz, lo era incluso para hacer el mal. Hitler era jodidamente malo y jodidamente efectivo al serlo, así que "nazi" sería un calificativo muy adecuado para cualquier gobierno cabronazo dictatorial pero, con todo, ni el nazismo llega a los niveles de exterminio ni consigue la pervivencia ni la difusión territorial que consigue el comunismo, así que "comunista" (o, por irradiación, "socialista") sería un término que ilustraría como ningún otro la barbarie politica y humana.

malatesta dijo...

Al menos veo que alguien le echa cuenta a mi barra de google reader, je, je.

ismo dijo...

Cómo no ;)